miércoles, 26 de mayo de 2010

RELATO

RELATO:

Se dice que en años muy pasados existían los llamados “Piratas” los cuales se dice que estos enterraban sus tesoros en la isla mejor conocida por ejemplo; la “Isla del Tiburón”, cuentas los pescadores que pasan por ahí en la noche cuando se van a marea antes de dormirse dicen que se escuchan las pisadas y se escucha que están bajando los tesoros como monedas $$ y se dice que aun están enterrados, pero es muy difícil encontrarlos y que puede ser algo peligroso sacarlos.

TEXTOS LITERARIOS


TEXTOS LITERARIOS
Los textos literarios son aquellos escritos en que el autor denota emotividad como producto de la realidad en que vive, así como de su ideología, de lo que percibe y siente en el momento en que escribe la obra.
El escritor se expresa por medio de un lenguaje metafórico y rico en expresividad. Los textos literarios son objetivos y cada lector interpreta estas obras desde su punto de vista particular.
Clasificación:
Los textos literarios se clasifican como: narrativos, dramáticos o lirico.
• Textos narrativos.
Estas son composiciones escritas en prosa. Contienen un relato sobre algún acontecimiento real o ficticio, desplazado en tiempo y en el aspado. Entre este tipo tipo de texto destacan la novela y el cuento.
• Textos dramáticos.
Estos textos ofrecen como panorama en conflictos entre dos o más persono/es; el desarrollo de la obra está encaminado a presentar como se desarrolla dicha conflicto y el cual es su enlace.

LOS TEXTOS DRAMATICOS:
Estas escritos para ser representados y dan la idea de que los acontecimientos pasados; el relato lo hacen directamente los persono/es.
TRAJEDIA:
Se habla de tragedia cuando el personaje principal resulta destruido física o moralmente.
DRAMA:
se dice que una es dramática si la salvación o destrucción del personaje depende del mismo.


COMEDIA:
cuando en la obra predomina un foro ligero y tiene final feliz, se dice que es una comedia.
• Texto lirico.
En estos textos se manifiestan sentimientos y emociones puestos en el yo del autor o en boca de un personaje determinado.
Clasificación:
Entre los dos textos liricos se encuentran: himnos, odas, elegías y canciones.
Tipos de texto narrativos literarios
Leyenda: narración oral o escrita fundada en la verdad es decir es parte realidad y parte ficción o fantástica.
Cuento: narración generalmente en la que los personajes son ficticios, su finalidad es entretener.
Fabula: es una narración en la que los personajes principales son los animales, siempre siempre termina con una moraleja o consejo.

La poesía: es un texto literario a través del cual el autor da a conocer sus sentimientos y emociones. Generalmente está escrito en versos y posee rima. Este texto tiene carácter subjetivo, ya que la fuente, el sujeto que lo inspira es el poeta mismo. A diferencia de los demás textos literarios la poesía no pretende narrar algo sino que busca expresas distintos sentimientos.
Novela.
La novela es una obra literaria en prosa en la se narra una acción fingida en todo o en parte, y cuyo fin es causar placer estético a los lectores con la descripción o pintura de sucesos o enlaces interesantes, de caracteres, de pasiones y de costumbres.
Teatro: el teatro es un género literario, ya sea en prosa o en verbo, normalmente dialogado, pensando para ser representado; las artes escénicas cubren todo lo relativo a la escritura de la obra teatral, la interpretación, los vestuarios, escenarios y producción., en general, se entine de por DRAMA una historia que narra los acontecimientos vitales de una serie de personajes.

miércoles, 19 de mayo de 2010

LEYENDA






La Calle de la Quemada

Leyenda

Muchas de las calles, puentes y callejones de la capital de la Nueva España tomaron sus nombres debido a sucesos ocurridos en las mismas, a los templos o conventos que en ellas se establecieron o por haber vivido y tenido sus casas personajes y caballeros famosos, capitanes y gentes de alcurnia. La calle de La Quemada, que hoy lleva el nombre de 5a. Calle de Jesús María y según nos cuenta esta dramática leyenda, tomó precisamente ese nombre en virtud a lo que ocurrió a mediados del Siglo XVI.

Cuéntase que en esos días regía los destinos de la Nueva España don Luis de Velasco I., (después fue virrey su hijo del mismo nombre, 40 años más tarde), que vino a reemplazar al virrey don Antonio de Mendoza enviado al Perú con el mismo cargo. Por esa misma fecha vivían en una amplia y bien fabricada casona don Gonzalo Espinosa de Guevara con su hija Beatriz, ambos españoles llegados de la Villa de Illescas, trayendo gran fortuna que el caballero hispano acrecentó aquí con negocios, minas y encomiendas. Y dícese en viejas crónicas desleídas por los siglos, que si grande era la riqueza de don Gonzalo, mucho mayor era la hermosura de su hija. Veinte años de edad, cuerpo de graciosas formas, ojos glaucos, rostro hermoso y de una blancura de azucena, enmarcado en abundante y sedosa cabellera bruna que le caía por los hombros y formaba una cascada hasta la espalda de fina curvadura.

Asegurábase en ese entonces que su grandiosa hermosura corría pareja con su alma toda bondad y toda dulzura, pues gustaba de amparar a los enfermos, curar a los apestados y socorrer a los humildes por los cuales llegó a despojarse de sus valiosas joyas en plena calle, para dejarlas en esas manos temblorosas y cloróticas.

Con todas estas cualidades, de belleza, alma generosa y noble cuna a lo cual se sumaba la inmensa fortuna de su padre, lógico es pensar que no le faltaron galanes que comenzaron a requerirla en amores para posteriormente solicitarla como esposa. Muchos caballeros y nobles galanes desfilaron ante la casa de doña Beatríz, sin que esta aceptara a ninguno de ellos, por más que todos ellos eran buenos partidos para efectuar un ventajoso matrimonio.

Por fin llegó aquel caballero a quien el destino le había deparado como esposo, en la persona de don Martín de Scópoli, Marqués de Piamonte y Franteschelo, apuesto caballero italiano que se prendó de inmediato de la hispana y comenzó a amarla no con tiento y discreción, sino con abierta locura.

Y fue tal el enamoramiento del marqués de Piamonte, que plantado en mitad de la calleja en donde estaba la casa de doña Beatríz o cerca del convento de Jesús María, se oponía al paso de cualquier caballero que tratara de transitar cerca de la casa de su amada. Por este motivo no faltaron altivos caballeros que contestaron con hombría la impertinencia del italiano, saliendo a relucir las espadas.

Muchas veces bajo la luz de la luna y frente al balcón de doña Beatriz, se cruzaron los aceros del Marqués de Piamonte y los demás enamorados, habiendo resultado vencedor el italiano.

Al amanecer, cuando pasaba la ronda por esa calle, siempre hallaba a un caballero muerto, herido o agonizante a causa de las heridas que produjera la hoja toledana del señor de Piamonte. Así, uno tras otro iban cayendo los posibles esposos de la hermosa dama de la Villa de Illescas.

Doña Beatriz, que amaba ya intensamente a don Martín, por su presencia y galanura, por las frases ardientes de amor que le había dirigido y las esquelas respetuosas que le hizo llegar por manos y conducto de su ama, supo lo de tanta sangre corrida por su culpa y se llenó de pena y de angustia y de dolor por los hombres muertos y por la conducta celosa que observaba el de Piamonte.

Una noche, después de rezar ante la imagen de Santa Lucía, vírgen mártir que se sacó los ojos, tomó una terrible decisión tendiente a lograr que don Martín de Scúpoli marqués de Piamonte y Franteschelo dejara de amarla para siempre.

Al dia siguiente, después de arreglar ciertos asuntos que no quiso dejar pendientes, como su ayuda a los pobres y medicinas y alimentos que debían entregarse periódicamente a los pobres y conventos, despidió a toda la servidumbre, después de ver que su padre salía con rumbo a la Casa del Factor.

LLevó hasta su alcoba un brasero, colocó carbón y le puso fuego. Las brasas pronto reverberaron en la estancia, el calor en el anafre se hizo intenso y entonces, sin dejar de invocar a Santa Lucía y pronunciando entre lloros el nombre de don Martín, se puso de rodillas y clavó con decisión, su hermoso rostro sobre el brasero.

Crepitaron las brasas, un olor a carne quemada se esparció por la alcoba antes olorosa a jazmín y almendras y después de unos minutos, doña Beatriz pegó un grito espantoso y cayó desmayada junto al anafre.

Quiso Dios y la suerte que acertara a pasar por allí el fraile mercedario Fray Marcos de Jesús y Gracia, quien por ser confesor de doña Beatriz entró corriendo a la casona después de escuchar el grito tan agudo y doloroso.

Encontró a doña Beatriz aún en el piso, la levantó con gran cuidado y quiso colocarle hierbas y vinagre sobre el rostro quemado, al mismo tiempo que le preguntaba qué le había ocurrido.

Y doña Beatriz que no mentía y menos a Fray Marcos de Jesús y Gracia que era su confesor, le explicó los motivos que tuvo para llevar al cabo tan horrendo castigo. Terminando por decirle al mercedario que esperaba que ya con el rostro horrible, don Martín el de Piamonte no la celaría, dejar& yakuta; de amarla y los duelos en la calleja terminarían para siempre.

El religioso fue en busca de don Martín y le explicó lo sucedido, esperando también que la reacción del italiano fuera en el sentido en que doña Beatriz había pensado, pero no fue así. El caballero italiano se fue de prisa a la casa de doña Beatriz su amada, a quien halló sentada en un sillón sobre un cojín de terciopelo carmesí, su rostro cubierto con un velo negro que ya estaba manchado de sangre y carne negra.

Con sumo cuidado le descubrió el rostro a su amada y al hacerlo no retrocedió horrorizado, se quedó atónito, apenado, mirando la cara hermosa y blanca de doña Beatriz, horriblemente quemada. Bajo sus antes arqueadas y pobladas cejas, había dos agujeros con los párpados chamuscados, sus mejillas sonrosadas, eran cráteres abiertos por donde escurría sanguaza y los labios antes bellos, carnosos, dignos de un beso apasionado, eran una rendija que formaban una mueca horrible.

Con este sacrificio, doña Beatriz pensó que don Martín iba a rechazarla, a despreciarla como esposa, pero no fue así. El marqués de Piamonte se arrodilló ante ella y le dijo con frases en las que campeaba la ternura:

-Ah, doña Beatriz, yo os amo no por vuestra belleza física, sino por vuestras cualidades morales, sóis buena y generosa, sóis noble y vuestra alma es grande...

El llanto cortó estas palabras y ambos lloraron de amor y de ternura.

-En cuanto regrese vuestro padre, os pediré para esposa, si es que vos me amáis. Terminó diciendo el caballero.

La boda de doña Beatriz y el marqués de Piamonte se celebró en el templo de La Profesa y fue el acontecimiento más sensacional de aquellos tiempos. Don Gonzalo de Espinosa y Guevara gastó gran fortuna en los festejos y por su parte el marqués de Piamonte regaló a la novia vestidos, alhajas y mobiliario traídos desde Italia.

Claro está que doña Beatriz al llegar ante el altar se cubría el rostro con un tupido velo blanco, para evitar la insana curiosidad de la gente y cada vez que salía a la calle, sola al cercano templo a escuchar misa o acompañada del esposo, lo hacía con el rostro cubierto por un velo negro.

A partir de entonces, la calle se llamó Calle de la Quemada, en memoria de este acontecimiento que ya en cuento o en leyenda, han repetido varios autores, siendo estos datos los auténticos y que obran en polvazos documentos.

FABULA



LA ZORRA & LA SERPIENTE.

Se encontraba una higuera a la orilla de un camino, y
una zorra vio junto a ella una serpiente dormida.

Envidiando aquel cuerpo tan largo, y pensando en que podría igualarlo, se echó la zorra a tierra al lado de la serpiente e intentó estirarse cuanto pudo. Tanto esfuerzo hizo, hasta que al fin, por vanidosa, se reventó.

No imites a los más grandes, si aún no tienes las condiciones para hacerlo.

MITO




RATON DE LOS DIENTES DE LECHE
Cuando a un niño se le cae un diente de leche o primera dentición, deberá ponerlo bajo la almohada y en la mañana siguiente encontrará que se lo ha llevado "el ratón" o "los ratones" (cuando es singular suele añadírsele algún nombre propio, en la Provincia de Buenos Aires generalmente Pérez en base a un viejo personaje de tiras cómicas), dejando a cambio algún pequeño obsequio o dinero.



Letra Cancion (Carlitos)

Carlitos era un niño de 8 años
victima deldaño que ocasionan las
lagrimas en el baño el daño era inmenso el dolor mas intenso
luchava por vivir su vida sin tener acenso
el creiake su angel de la guarda lo protegeria
le pedia que le regresara la felicidad
por que ya no aguanta mas en esta soledad
estar viviendo vive para estarse defendiendo
lascriticas de otros es la ira que consume
expresa con sus lagrimas mirada que te intume
un nudo el la garganta que dte deja sin aliento
talento le sobra pero no el conosimiento



no tenia atension no tenia el cariño
atento al sentimieno que ocultava desde niño
el no tiene la culpa que sus padres
lo rechacen se casen & con el paso del tiempo se disfracen
de enemigos el no tiene amigos ni nada por el estilo
solo una amargura navaja de doble filo
que corta la esperanza de que la valanza
suba un dia & cambie para Bien!
una familia unida como las cajas del tren
es lo que espera poder vivir su vida
sin problemas de cartera
vivir de la manera mas padre la primavera
& hacer que su vida entera prenda su metamorficis
poder sentirse libre sin problemas de sicosis


pero esto es solo un sueño hoy vive la realidad
de entre gritos & lamentos ya no hay posivlidad
de que la felicidad reine en esta navidad!
sus padres no comprenden & siguen con el problema
problema que a carlitos en el corazon lo quema
un tema que no cuenta una herida que no sana
un rechazo qe se gana cada dia cada mañana!


carlitos no merece ser el ser que no merece
el ser que no parece ser un niño que cadece
la flor que no florece amor que no aparece
por culpa de sus padres con odio & con ira crece

carlitos se merece ser el ser que se merece ser
un ser repleto de placer que no desaparece
el niño que merece tener un nuevo amanecer!
una vida que hacer & una chanza se la merece


la vida de carlitos comvertida en un calvario
a diario su llanto se oye que salia del armario
recuerdos de lamentos de golpes & sufrimiento
un sentimiento dentro yeno de remordimieto
& de rencor peor vivir con los recuerdos de sus padres
es mejor salirse de su casa tomar otro destino
tomar otro camino que lo lleve a la salida de este mundo
prefirio las calles vivir como bagabundo!
segundo a segundo su vida se le escapava
por causa de una droga sustancia que el inalava
su vida perdida estava su tumba futuro dava


nada lo inspirava nada nada lo animava
nada ya no hay nada del amor que el esperava
solo hay un rencor inmenso & recuerdo ingrato
un retrato una imagen de sus padres
un rechazo & un maltrato
un vago sin oficio un niño con un vicio
un padre que no quiso ser culpable del problema
una madre que no save como resolver el tema
un niño que en un mar de soledad su bote rema
una yaga que no sana una yama que te quema
un oyo que no yena el corazon de esa criatura
que vaga por la sera dura la ciudad oscura


la vida madura para un niño de 8 años
de baja estatura la vida deve ser dura
cansado de bajar por el valle de la amargura
esta cansado ya cansado ya

carlitos no merece ser el ser que no merece
el ser que no parece ser un niño que cadece
la flor que no florece amor que no aparece
por culpa de sus padres con odio & con ira crece

carlitos se merece ser el ser que se merece ser
un ser repleto de placer que no desaparece
el niño que merece tener un nuevo amanecer
una vida que hacer & una chanza se la merece.!

martes, 18 de mayo de 2010

carlitos-santa rm

la cancion del peke